Día de ReyXs 2019

Burn in & rehab & epiphany.

Feliz día del patrón, 6 de enero: oro, incienso y mirra que no nos falte. En sentido real y simbólico.

Vamos allá:

Arranca el año con varios indicadores celestes que imprimen un tono muy diferente al de los últimos años, tan llenos de aceleradores de conciencia. Y es que todo se está acelerando a velocidad de vértigo. Hace relativamente pocos años, hablar de “cambio generacional” implicaba un lapso de tiempo de una o a lo sumo dos décadas, hoy en día las décadas se condensan en uno o dos años. Cada año, un salto, cada temporada de eclipses, una piel nueva, un nuevo escenario. Otra generación.

Frases como “hoy en día ya no desempeñas un mismo trabajo durante toda tu vida, olvídate, eso era en la época de nuestros padres”. Caídas de guindos como esas, las hemos asumido ya a puñados en los últimos años. Al vivir de manera contemporánea a estos cambios, no percibimos tanto el salto. Pero durante este año y el próximo bien nos vendría una pértiga.

Empezamos el año con Marte ingresando en Aries: el fuego arde en combustible de conquista. Ganas de ir a por todas, moverse, batería llena. Ignición. Rojo. Como si este año no hubiera resaca de los típicos días de excesos navideños. Ayuda a la sensación de celeridad el hecho de que durante unas pocas semanas estarán todos los planetas directos, sin movimiento retrógrado. Los carriles

A final de Aries le espera Urano estacionario, una llamada disruptiva a nivel colectivo. Urano va y se pone directo cargadito de energía el mismo día que tendrá lugar el primer eclipse del año.

Grandes comienzos y grandes finales, todo a la vez. Parece perogrullo pero no lo es porque lo cierto es que casi siempre hay lapsos entre los finales y los comienzos de cualquier  otra cosa. No es el caso. Lo que acaba tiene todas las papeletas para que finalice de forma abrupta y que guarde relación con algo que comenzó hace unos siete años (cuando Urano entró en esta constelación que abandonará ya pronto para entrar en Tauro).

Mercurio entra en capricornio poquito antes del eclipse. O sea, que lo que pienso y digo tiene un propósito práctico, un sentido de “misión” y fluye con fuerza (capricornio es signo cardinal, de inicios, empuje y determinación). Parece como si tratásemos asuntos serios, o relacionados con algún tema que implica sentido de la responsabilidad.

El 6 de enero tenemos el primer eclipse de los varios que nos esperan en el eje de Capricornio y Cáncer que tendrán lugar hasta el año 2020. Es un eclipse (parcial) de Sol en el grado 15 capricornio. Capricornio simboliza los cambios de destino y alineaciones del destino en áreas de autoridad, responsabilidad, madurez y disciplina. A nivel personal, los eclipses solares vuelven nuestra mirada más introspectiva, hacia adentro, para hacernos más conscientes de nuestro paisaje interior. Y como este toca el nodo sur lunar (desenlaces, disolución), hay algo como de mirar dentro del armario y cribar la ropa que no usamos desde hace tiempo, como si la cogiéramos y nos dijéramos “resto ya no soy yo, ya no me representa, este atuendo habla de otro que ya no soy. Fuera”. Y sin más dejamos sitio para ropajes nuevos.

Toca limpia de material inconsciente, y liberación de lo que se siente como una carga quizás porque dejó de sentirse opcional o elegido con libertad y nos resuena en la vibra del compromiso caducado. El eclipse ocurre justo en el punto medio entre Saturno (restricción) y Plutón (obsesión) –así simplificado a lo bestia por cuestión de espacio, ñññ-, por lo que la necesidad de transformarnos es urgente.

El miedo un poco intenso también. Pero hay que dejar ir a lo que está muriendo. Aceptar la pérdida es dejarla fluir, si no va y se te ancla y no te sacas la baja vibra ni con ruda.

 

 

 

Surprise, you´re dead

Me tiene este agosto on fire, con tembladera incluida.

A ver: Venus viaja por la constelación de Cáncer hasta el próximo 26 de agosto, prácticamente coincidiendo con el Eclipse Total de Sol y también con Mercurio en plena retrogradación…. Venus rige el deseo y lo lleva al escenario de las necesidades, apegos y, ojo, también las fluctuaciones (Cáncer rige a la luna y su fluctuante luz, no está de más recordar que reflejada, no de propia emisión).

Así pues, la energía que Venus va a desplegar es elevar el deseo a la categoría de necesidad y decidir de una vez entre las opciones que venía barajando desde Géminis durante todo junio. En cristiano: más que necesitar un cambio, lo desearás, más que desear abandonar algo, necesitarás dejarlo. Lo bueno es que Venus nos está ayudando a dar un salto y a dejar atrás algo pasado, para dejar que el próximo Eclipse Total de Sol (21 de agosto) haga el resto. La mente (Mercurio) lleva dándole vueltas a ese bye bye sentimental muy activamente desde finales de mayo, principios de junio.

La fuerza de voluntad y el sentido de propósito (Sol conjunto a Marte en junio) le siguieron aportando empuje y sentido de misión, ya sólo queda por unirse al racimo planetario Venus, la apertura, la receptividad. Que pase la Maravilla, que se cumpla.

A mí estas potencias disponibles en agosto, más allá del mareo -…que, de verdad que es para marearse, con tanta intensidad en el cielo este mes…-, me gustan porque reconozco como más “verdad” en las personas, más certeza en la naturaleza de los deseos.

Oh, Lord!!! Wallaahi!!!

También me gusta porque veo que la voluntad se maneja con amor, con afán seductor, una llama que se daba por perdida es avivada y se expande sutilmente volatilizada, como sin tocarnos, en suspensión. Ya pasaron los días rigurosos para el corazón, aquello que se polarizó tan radical y abruptamente entorno a los días del Solsticio se rinde ante una nueva voluntad erotizada y amorosa. Mes este con una configuración planetaria tan heavy y propicia al renacimiento como no ocurría en años,  con llaves maestras, aperturas para abordar de frente cuestiones del tipo qué es realmente genuino para mí, cuál es mi auténtica necesidad en una relación hoy por hoy, etc. Sin dramas. Cuando la necesidad cambia, no tiene sentido alimentar necesidades antiguas… Mercurio retrógrado, con su inercia de introversión, ayudará a hacer inventario y reflexionar sobre ello.

Desde esta pasada luna nueva del 23 de Julio, ¿no notáis un shift brutal por dentro? Tiene que ver con que estamos en la antesala del Eclipse Total de Sol.

Por partes, así va la vaina marcada por la lunación que acompaña este mes de transformaciones y disolución.

  • Luna nueva en Leo del 23 de julio: focus, please. Tocó eliminar distracciones y pretextos y vernos de cara. Que levante la mano quien no se haya parado en seco simplemente para tomar conciencia de una vez de que estaba ante un nuevo camino. Traduzco de nuevo: que levante la mano quien no haya llorado o pataleado de alguna forma estos días.

No hablo de detenerse a sopesar si “este camino me conviene o no”, o de valorar los procons de distintas opciones… No, esa fase energética de desbroce ya ocurrió, esa energía ya estuvo disponible y lo que ocurre ahora es que hemos topado con el mismísimo km 0. (Ignition Time: entorno a la conjunción Marte con el Sol, cuando se unieron el 26 de julio y se pudo leer en glitter en todo el firmamento el lema: “Esto soy yo y en este punto quiero iniciar un nuevo camino” o en versión menos autoconsciente, nos planteó un gran interrogante “¿quién soy yo ahora?”). A desidentificarse, camaradas.

  • Creciente del 30 de julio, en Escorpio: gana visibilidad la manifestación de la intención o el deseo que llevamos bullendo por dentro (y que irrumpirá irremediablemente tras el eclipse). Es momento de identificar cuánto queremos lo que queremos, y si estamos alineándonos con personas y situaciones que nos motivan o que al contrario nos drenan la energía. No scape. El Universo nos pone en fila india para ir tirándonos al vacío desde nuestras estructuras más altas.
  • Llena el 7 de agosto en la constelación de Acuario: ofrecernos a un propósito superior cuando emerjan las novedades que traerá sin duda esta luna. Algo va a quedar atrás, desafiliado del alma. Toca encender una nueva llama, no avivar una antigua. Estamos en un clima emocional tope disruptivo. Ahora mismo la temeridad tiene premio, aunque en el proceso de transformación tengamos que pagar a cambio el peaje de ser durante unos días canal de oscuridad, especialmente las mujeres (porque esta lunación trae eclipse parcial de Luna, la pasamos en la sombra).

Para completar esta plataforma de “trampolín” cósmico que nos afectará a todos, TODOS, termino apuntando que Urano está muy potente concentrado sobre nosotros (está justo ahora estacionario, a puntito de retrogradar) y acompaña con su despliegue de pensamientos o actos subversivos toda una serie de cambios a la fuerza… Surprise, you´ re dead!! Ha, ha, ha… Open your eyes.

Independientemente de nuestro grado de “apertura”, fuerza o sensibilidad, la mayor parte de la gente vibraremos en la polaridad entre transgredir o preservar el orden establecido. Lucha.

La inercia del confort  (de lo conocido o acostumbrado) probablemente nos invite a oponer resistencia a la energía de cambio que viene de cara. Pero las cosas, cuando no las dejamos pasar, se nos precipitan encima y nos dejan hechos unos zorros. Así que déjate renacer y fluye en el cambio. Tranquilidad, hay hospitales.

Recapitulo: aquellas situaciones o relaciones marcadas por el desequilibrio van a llegar a un punto de tensión tal, o van a evidenciarse tanto, que va a ser necesaria una transformación profunda, una modificación de ejes de poder. Si hasta ahora no habías sostenido ningún vacío, vas a ver al Maestro de cara.

Si la cosa que estas semanas entra «en coma» iba ya mal, puede terminar. Si la cosa iba bien pero había algún límite, se rompen los patrones y surge un nuevo ambiente, con Urano no pretendas una solución de continuidad, más bien mentalicémonos a ser receptivos a todo lo contrario a lo de antes.

Mención aparte merece el eclipse de sol. Me lo llevo a otro post.