El observador y lo observado: I see u…

¿Habéis oído hablar del experimento de la Doble Rendija? Es la punta de lanza de la mecánica cuántica, así, en titulares.

 «…cuando el experimento es observado ocurre que los electrones se expresan como partículas, ya que el acto mismo de observación produce instantáneamente el colapso de la onda de probabilidad (función de onda), y así un electrón cristaliza físicamente en solo una de todas las manifestaciones posibles que podía llegar a tener, es decir, el electrón pasa a manifestarse instantáneamente como un suceso localizado. «

Aquí el artículo completo del que saqué el extracto.

Es decir, que la comunidad científica establece que el Universo no es exterior, no está separado de la entidad que lo experimenta, sino que es más bien un Universo participativo que es creado en la medida que es experimentado.
Esto es tanto como reconocer que la realidad es intrínseca al proceso de experimentación, de manera que la realidad se crea por el acto mismo de su registroa cargo de una entidad con su propio marco referencial particular.

Platón lo decía más claro pero hizo falta la «etiqueta y el sistema» actuales para gritarlo más alto, que es la única forma en que parece que nos enteramos de la fiesta o que al menos la legitimamos. Decía él: “estamos dentro de una realidad que también está dentro de nosotros”. Por su parte el físico John Wheeler lo parafraseaba así 2 milenios después «ningún fenómeno es un fenómeno real hasta que sea un fenómeno observado».

A ver si va a ser verdad que yo soy tu espejo…

 

Investigación y ciencia

Tocar la física moderna para abordar la comprensión de lo astrológico es delicado. Hermoso y delicado. Tocarla desde la no-cátedra, es decir, desde una modesta actitud filosófica (la perpetua pregunta) y con ambos hemisferios cerebrales. Sin prejuicios, contrastando, que es lo bonito.

Las pruebas terminan por superar a los paradigmas, aunque sea también para aniquilaros. Esto nos pasa a los investigadores de materias tanto estrictamente científicas como humanísticas (filosóficas, psicológicas…). Por aquí vamos juntos.

Como estudiante de Astrología afanada en legitimar, dar vigencia actual y utilidad práctica a esta herramienta de aproximación a la realidad, me pregunto cuál es la diferencia (en términos de consistencia/inconsistencia interna) entre cualquier disciplina de estudio llamada científica y la nuestra, sobre todo cuando leo artículos de revistas de divulgación científica y extrapolo sus métodos de aproximación al conocimiento.

 

Los conceptos básicos que emplea, por ejemplo, la física moderna, en ocasiones se contradicen entre sí. Principalmente en el campo de la física de altas energías: los científicos se encuentran con problemas que el propio colectivo describe como “malestar estético” refiriéndose a cuando topa con la pared de la imposibilidad de demostración. Los investigadores llegan a obtener valores que no consiguen explicar. Puede que exista explicación pero puede también que no. En realidad, se trata de un problema estético, ya que el modelo funciona a la perfección. Por aquí continuamos juntos.

¿Cabría hablar del mismo problema cosmético también en relación de Astrología como ciencia experimental, como corpus teórico fenomenológico? Seguiríamos yendo juntos.

Me recreo en esta cita: “En física de altas energías hay otro problema que tampoco es de naturaleza estética. Uno que pone de manifiesto una inconsistencia fundamental de nuestras teorías y hace que, bajo ciertas circunstancias, éstas resulten completamente inútiles (…) entre otras cosas, esto significa que lo único que cabe predecir son probabilidades”.*

¿A que va a ser que nos estamos aproximando por aquí a golpe de tangente sin saberlo… y lo que ocurre es sólo que el velo de “lo pseudo” nos impide reconocernos como camaradas…? A ver si llega el día en que la ciencia descubra la partícula que le hace falta para entendernos a los astrólogos. A ver si la Astrología termina de actualizar su aproximación a la realidad con vocabulario y referentes contemporáneos.

Estamos en tiempos propicios para todo tipo de revisiones, a Noam Chomsky le acaban de rebatir su revolucionaria teoría sobre la adquisición del lenguaje y por ahora no ha muerto del susto ningún lingüista. En mis años de estudiante de Filología (los 90s) cuestionar a Chomsky era herético. Hoy es cool.

Es cuestión de tiempo todo.

 

*(Sabine Hossenfelder en su artículo “La gravedad cuántica, camino de convertirse en ciencia” Revista Investigación y ciencia nº 484)

 

 

El sistema solar en danza

Como parte fundamental de la Astrología está la comprensión de la mecánica planetaria. Te propongo en esta entrada un viaje virtual al Espacio para contemplar la fascinante danza del universo. Tomen asiento que empieza el espectáculo. Primero unas nociones de Física: el Sistema Solar gira en torno al centro de la galaxia con una periodicidad de 226 millones de años. Por su parte, tradicionalmente se ha considerado que este movimiento rotatorio de los planetas y demás cuerpos celestes del Sistema era fijo en un plano, entorno a la estrella Sol, que se mantenía en posición estática. Pero en los últimos tiempos, sorprendentes descubrimientos científicos de Mecánica Cuántica desvelan que el Universo conforma un patrón fractal del que nuestra galaxia y Sistema Solar no es ajeno. Más aún, éste se desplaza a un vertiginoso ritmo de aproximadamente unos 220 km/hora mientras va dibujando ondas que se desplazan en su ciclo rotatorio a modo de espiral que avanza en una dirección concreta. La conclusión, por sorprendente que pueda parecer, es que el Sol se mueve en una dirección y arrastra consigo a todos los planetas y cuerpos celestes contenidos en su sistema. Veamos una recreación de este desplazamiento:

Como veis, se trata de un gran baile en el que los planetas y estrellas se expanden por el universo hasta límites fuera de nuestra comprensión. El Hombre, desde antiguo, ha encontrado la forma de expresar con su cuerpo un correlato con el movimiento del Universo. Esta sorprendente analogía existe en danzas ancestrales africanas, y especialmente en la de los giróvagos derviches, quienes reproducen en su danza circular el movimiento de los cuerpos celestes entorno a un eje, el Sol, mediante giros y desplazamientos constantes. He aquí una recreación del giro derviche, una  hipnótica y bella expresión artística de Banafsheh Sayyad, reconocida bailarina y coreógrafa persa radicada en EEUU. Existen muchas muestras de giro derviche tradicional, pero escasísimas protagonizadas por mujeres; he querido aproximaros a esta rareza que, personalmente, me cautiva.

Fascinante correlato entre el movimiento de los cuerpos celestes y su inspiradora versión en danza, extáticas imágenes, parecen de otro mundo ¿verdad? En realidad, pertenecen al mismo, pero a escala. Con esta pequeña aproximación a las analogías entre «lo que está arriba y lo que está abajo» hemos querido plasmar parte de lo que evoca en nosotros la pasión por la Astrología. Girad, uníos al Cosmos, sintonizad con él y abríos a las sincronías que nos ofrece a cada paso.